Recientemente nombrado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Sewell fue uno de los campamentos que albergó por años a los trabajadores de la cuprífera Braden Cooper Company. Hoy, es el mayor filón de cobre bajo tierra conocido como El Teniente, propiedad de Codelco-Chile.
El campamento está ubicado en la comuna de Machalí, a 150 km. de Santiago y 64 km. de Rancagua. Su origen se remonta a 1904, cuando William Braden inició los preparativos para explotar el yacimiento.
Su máximo apogeo fue en 1916, cuando entre sus largas escaleras y hermosos paisajes cordilleranos habitaron más de 15 mil personas, principalmente mineros y sus familias. En 1961 comenzó la Operación Valle, donde los sewelinos debieron emigrar a Rancagua.
Para 1977, vivían en Sewell 1.500 habitantes, y en 1981, debido a los efectos del abandono, iniciaron las demoliciones de algunas zonas tradicionales del asentamiento.
Actualmente es posible recorrer la parte central del campamento y conocer sus típicas edificaciones que parecen caer por los acantilados que dominan el valle.
Entre sus construcciones -realizadas en maderas nativas- están los edificios de departamentos y de servicios, viviendas para trabajadores solteros llamados Sorensen, y viviendas aisladas unifamiliares, similares a las del demolido barrio americano con su singular estilo georgiano.
Otras construcciones destacadas son el antiguo hospital, la Escuela Industrial, el Club Social, el edificio Nº152 -único erigido contra la pendiente del cerro, con nueve plantas escalonadas-, la estructura conocida como Punta de Rieles y el puente Rebolledo, entre otros maravillosos lugares.
En Sewell las vías de tránsito son exclusivamente peatonales, lo que permitió organizar el campamento en torno a la gran Escalera Central, que es el espacio público principal, y a partir de la cual se puede acceder a diferentes plazuelas, juegos infantiles y miradores, a través de senderos y escaleras secundarias.
Hoy, este Patrimonio de la Humanidad es un emblema del pueblo minero, del cual se puede conocer más gracias a un completo museo con diversos elementos que sirvieron de apoyo para la extracción del preciado mineral.
El campamento está ubicado en la comuna de Machalí, a 150 km. de Santiago y 64 km. de Rancagua. Su origen se remonta a 1904, cuando William Braden inició los preparativos para explotar el yacimiento.
Su máximo apogeo fue en 1916, cuando entre sus largas escaleras y hermosos paisajes cordilleranos habitaron más de 15 mil personas, principalmente mineros y sus familias. En 1961 comenzó la Operación Valle, donde los sewelinos debieron emigrar a Rancagua.
Para 1977, vivían en Sewell 1.500 habitantes, y en 1981, debido a los efectos del abandono, iniciaron las demoliciones de algunas zonas tradicionales del asentamiento.
Actualmente es posible recorrer la parte central del campamento y conocer sus típicas edificaciones que parecen caer por los acantilados que dominan el valle.
Entre sus construcciones -realizadas en maderas nativas- están los edificios de departamentos y de servicios, viviendas para trabajadores solteros llamados Sorensen, y viviendas aisladas unifamiliares, similares a las del demolido barrio americano con su singular estilo georgiano.
Otras construcciones destacadas son el antiguo hospital, la Escuela Industrial, el Club Social, el edificio Nº152 -único erigido contra la pendiente del cerro, con nueve plantas escalonadas-, la estructura conocida como Punta de Rieles y el puente Rebolledo, entre otros maravillosos lugares.
En Sewell las vías de tránsito son exclusivamente peatonales, lo que permitió organizar el campamento en torno a la gran Escalera Central, que es el espacio público principal, y a partir de la cual se puede acceder a diferentes plazuelas, juegos infantiles y miradores, a través de senderos y escaleras secundarias.
Hoy, este Patrimonio de la Humanidad es un emblema del pueblo minero, del cual se puede conocer más gracias a un completo museo con diversos elementos que sirvieron de apoyo para la extracción del preciado mineral.