Una “escapada”, en términos turísticos, es una vacación de escasa duración en un destino relativamente cercano. A partir de allí, los condimentos para que la receta de una buena escapada sea exitosa se vuelven absolutamente subjetivos. Algunos sugerirán mar y playa. Otros, montañas y nieve. También casinos y espectáculos podrían ser mencionados como elementos adicionales clave para que esos breves días sean memorables. La lista podría ser infinita y seguramente, entre los puestos de privilegio se destacarían las termas. Pero claro, el primer pensamiento acerca del turismo termal suele remitir a hoteles antiguos, visitantes algo longevos y cierta monotonía. Afortunadamente, hace ya tres años Altos del Arapey decidió tirar por la borda esta suerte de prejuicio, desarrollando un hotel termal donde se destacan todos los antónimos de los conceptos antes mencionados: modernidad, instalaciones impecables, excelente servicio y diversión para gente de todas las edades. Así, miles de turistas que visitan el hotel se comprometen a regresar en una nueva escapada, o tal vez, en una vacación más extensa… ¿Por qué no?
Un paraíso termal all-inclusive
CERCA DE CASA.
Este hotel termal se encuentra en el departamento de Salto, en Uruguay, a unas siete horas de viaje desde Buenos Aires, aunque el tiempo real del recorrido dependerá en gran medida de la celeridad de los trámites migratorios en el cruce de la frontera. Cuenta con 156 habitaciones, de las cuales 20 son suites, y desde sus balcones se divisan soñados atardeceres con el contorno del río Arapey como protagonista excluyente. El diseño del complejo lleva la firma del arquitecto Miguel Bono, quien logró una armoniosa integración con la naturaleza.
Este resort está pensado para entretener a parejas y familias, con jornadas que no dan lugar al aburrimiento. A diario se presenta una agenda con divertidas propuestas de esparcimiento para todos los huéspedes. Los más pequeños, a partir de los tres años, tienen animadores especializados comprometidos con su recreación. Juegos, clases de manualidades, pintura y otras actividades complementan las salas de pool, ping pong, Play Station, Wii y cine.
Los adultos podrán practicar hidrogimnasia, competencia de canoas, clases de zumba y caminatas recreativas, entre otras opciones. Además, un completo gimnasio está a disposición de los turistas que quieran descubrir los efectos terapéuticos del agua termal sin dejar de lado el entrenamiento habitual. Una cancha de fútbol 5 y una de fútbol-tenis amplían el abanico de alternativas para los deportistas. Además, Altos del Arapey ofrece bicicletas para quienes quieran salir del hotel a recorrer los alrededores. Aquellos que busquen una relajación absoluta se verán recompensados en el completo spa del hotel con jacuzzis, sauna y una interesante oferta de tratamientos y masajes. Finalmente, no deben dejarse de lado los shows musicales de los fines de semana, para terminar la noche bailando al son de alguna canción de moda.
TERMAS, GOLF Y MUCHO MÁS.
Una perforación propia de 950 m. de la cual emana agua a 40°C es la responsable de abastecer sus ocho piscinas, de las cuales dos son cubiertas. Las mismas varían sutilmente de temperatura –siempre alrededor de 39 °C– lo que permite al visitante sumergirse primero en las más tibias a efectos de ir aclimatando el cuerpo. Aún en intensos días de verano, el agua es perfecta, incluso para refrescarse. A medida que el sol va cayendo, las más calientes se vuelven las más concurridas, pero sin que eso se traduzca en espacios superpoblados. Un gran mérito de Altos del Arapey es lograr que todos sus huéspedes se sientan cómodos, aún en épocas de temporada alta. En las piscinas podrán relajarse durante horas, beber un trago en el wet - bar, e incluso nadar, aunque esta actividad debe ser realizada con precaución ya que las características del agua podrían generar alguna bajada de presión.
El campo de golf fue diseñado por Ernesto Llovet y ocupa un área de 60 ha. Cuenta con 18 hoyos, par 73 para caballeros y par 72 para damas. El recorrido total es de 7.298 yardas, con greens elevados rodeados de espejos de agua. Además cuenta con Driving Range, Putting Green y un sofisticado Club House.
No es un mito: las termas abren el apetito. Afortunadamente, ese problema se encuentra más que resuelto gracias al completo régimen all inclusive ofrecido por el hotel, destacándose la calidad y variedad de las comidas y bebidas. El desayuno es muy completo, y sobresalen la estación de omelettes y panqueques, con una mimosa con espumante Mumm. Tanto el almuerzo como la cena son buffets, con diversas especialidades. Hay pastas, pizzas y pescados a la plancha preparados en el momento. La selección de cortes de parrilla es muy buena, sobresaliendo las mollejas y la colita de cuadril. Productos de categoría como salmón ahumado, jamón crudo, palmitos y quesos están disponibles a lo largo de las diferentes comidas. En lo que a bebidas se refiere, marcas de primera línea internacional como Ballantines, Havana Club, Fernet Branca, Smirnoff y Campari se ofrecen sin limitación alguna.
CONCLUSIONES.
Sea cual sea la época del año elegida y la duración del viaje, Altos del Arapey se ha vuelto un clásico para el descanso y la diversión. Si bien los argentinos son los que más lo visitan, los uruguayos y los brasileños también lo han adoptado como un destino inmejorable dentro de la región. Y, seguramente en pocos años, su alto nivel de servicio y confort lo transformará en una de las mejores opciones del turismo termal a nivel continental.
Ubicación: Ruta 3, km. 550; luego 19 kms. por camino de acceso.
Habitaciones: 156 cuartos, incluyendo 20 Suites
Facilidades: Restaurante buffet, ocho piscinas (dos interiores), wi-fi, sala de lectura, sala de internet, Kids Club.
Centro de Convenciones:dos salas de conferencias para 200 y 180 personas en auditorio, sala de apoyo para 40 personas; así como sala de espectáculos para 250 personas con una gran terraza a la laguna.
Informes: www.altosdelarapey.com.
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