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Experiencias

Haru Sushi: exquisita fusión de sabores y culturas

En sus cálidas instalaciones de Palermo, el restaurante ofrece múltiples opciones que combinan las gastronomías peruana, argentina y asiática, dando por resultado un verdadero manjar, ideal para quebrar la rutina de comidas tradicionales.

De niño, y hasta bien entrada la juventud, mis gustos culinarios fueron estrictamente clásicos: milanesa con papas fritas, asado, pastas, carne al horno con papas, algún que otro pescado, pollo, bife con ensalada, y ya. Cualquier plato que saliera de esa estrecha lista no contaba con mi aprobación. Y excepto la ciruela en el pollo arrollado, ni hablar de comidas agridulces.
Pero con el tiempo mi paladar fue conociendo sabores nuevos y ampliando sus preferencias. Para ello, mucho ayudaron los viajes, en los que indefectiblemente se prueban las preparaciones tradicionales de cada país. En ese sentido, si bien hoy sigo siendo amante de las comidas clásicas, cada vez más siento la necesidad de probar, cada tanto, las variedades culinarias de otro país.
Así que ante la gentil invitación de Haru Sushi, no dudé ni un instante en acercarme a sus instalaciones de Soler 4456, en Palermo, donde fui recibido cálidamente por su chef –o sushiman principal–, Mario Marcelo Castañeda Balbín.
Gracias a las creaciones de este talentoso peruano de 31 años, que una vez instalado en nuestro país también estudió en el Instituto Argentino de Gastronomía, el restaurante introdujo un nuevo concepto en la plaza gastronómica porteña, con una tentadora propuesta de fusión peruano-argentina-asiática. Sus originales platos combinan los sabores y técnicas de estas tres cocinas, logrando opciones agridulces y “agripicantes”, tal como él mismo las define.
Entonces, esta noche nada de milanesas ni bifes ni pastas…

FESTIVAL DE SABORES.
Haru Sushi tiene capacidad para 32 comensales y abre de lunes a sábados de 12 a 16 y de 20 a 24. Su acogedor salón cuenta con mesas de madera color wengue y sillas combinadas con cuero rojo, además de una pequeña barra de sushi y otra de pisco.
Su carta está conformada por una amplia variedad de propuestas, que en su mayoría tienen como base pescados y mariscos, combinados con sabores e ingredientes de las cocinas peruana, asiática y argentina.
Para comenzar son ideales las “Kani Haru”, empanaditas de masa philo rellenas de centolla y acompañadas de salsa citrus asiática. También sobresalen las “Gyosas de pato y cebolla caramelizada en salsa huancaína” y las “Conchitas a la parmesana”: vieiras en salsa asiática, gratinada en queso parmesano. Una delicia.
Otras opciones pueden ser el combinado de “Niguiris Haru” (salmón, langostino, pulpo, salmón ahumado), “Sashimis”, “Rolls Fusión” –como el Gaucho Asia Roll, relleno de jamón crudo, centolla, palta, apanizado con panko, frito y acompañado con salsa de anguila–, “Asia Roll” (salmón sellado en mantequilla asiática, palta, Philadelphia y harusame crocante por fuera), “Guacamole Roll” (salmón rosado, palta, kiury con salsa de guacamole por fuera) o el “Chalaquita Roll” (relleno de langostino panizado con panko, palta y tomate, coronado con salsa chalaquita). Además de rolls calientes como el “Dragon Roll” (langostino tempura, tamago, palta por fuera, acompañado de salsa Buenos Aires) o el “Fried Roll” (Philadelphia, salmón envuelto en masa casera asiática crocante).
Los fanáticos del sushi, además, pueden aprovechar la promoción de sushi libre.

CEVICHE, PISCO Y POSTRE.
Ante tantas posibilidades, es conveniente elegir un menú degustación y así probar la mayor cantidad de opciones, aunque sean porciones pequeñas. También es aconsejable comer pausadamente y tratar de mantener en el paladar cada sabor al menos unos buenos segundos, de modo tal de no mezclarlos de forma atolondrada.
Los tiraditos, los ceviches, los anticuchos y las causas también forman parte de esta propuesta, con el “Tiradito Haru”, con finos cortes de lenguado en salsa de tres tiempos –rojo, blanco y amarrillo–, el “Ceviche a la parmesana gaucha” y las “Causas” –de centolla o pulpo–, entre otras opciones.
También se puede optar por platos realizados al wok con arroz tailandés, combinándolos con pato, salmón, lomo o pollo. Como puede verse, las alternativas son tantas y tan tentadoras que uno no sabe por cuál decidirse.
Porque también figuran los infaltables clásicos de la cocina peruana como el “Arroz con mariscos”, el “Lomo saltado”, el “Seco de cordero” y el “Ají de gallina”.
Para acompañar estos platos nada mejor que la carta tragos del Pisco Bar, que ofrece el clásico pisco sour o combinaciones con mora, mango y maracuyá, además de piscos macerados con yerba mate, jengibre, canela, vainilla y coca, entre otras originales propuestas.
Culminado este festín se puede pasar a los postres tradicionales: “Suspiro Limeño”, “Mousse de maracuyá” o “Tres Leches”, todos exquisitos.
Ya de vuelta en la calle, después de cálidos saludos con el muy atento personal, y apenas caminados unos pocos pasos, uno siente que no va a pasar demasiado tiempo hasta regresar a disfrutar de cada uno de estos deliciosos platos.

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