-Como parte de la rutina, elegir una actividad física para practicar algunos días en la semana. Puede ser escalada, running o bicicleta. Como premio al esfuerzo organizar cada tanto una salida a Tandil para disfrutar de esas mismas disciplinas pero en un marco único. El enclave se encuentra a 360 km. de Buenos Aires, por lo que es posible realizar un viaje por el fin de semana. Allí las opciones de aventura, trekking, rappel y mountain bike son habituales tanto en predios privados como en los ambientes serranos abiertos a todo el público. De hecho una de las propuestas más populares es el circuito por las sierras apta para todo público, así como los de mediana dificultad por el sendero de las Ánimas (mountain bike), cerro La Blanca (trekking por caminos de cantera y senderos naturales) y paredes naturales de granito para los más aventureros que se animen a la escalada en piedra o al rappel.
¿Cómo superar la depresión pos vacaciones?
-Viajar en Semana Santa (o en los próximos fines de semana largos) a Salta. La provincia tiene de todo para todos, pero en este caso el eje es la expresión cultural-religiosa que mixtura elementos cristianos con indígenas. Así, en Semana Santa son imperdibles los Vía Crucis de Seclantás y San Carlos (Valles Calchaquíes), que se realizan con antorchas y misachicos. También es tradicional la Quema de Judas, la lectura del Testamento y el Sermón de las 7 palabras (único en el país), en Cachi y San Carlos. Chicoana, con más de 120 personas en escena, recrea el Vía Crucis Viviente en un ambiente natural. Por su parte la región histórica y gaucha del Sur, presenta en Metán el Vía Crucis Gaucho, realizado a caballo.
Además, la provincia diagramó un Circuito Histórico Religioso de las iglesias: son dos recorridos, uno corto y otro largo, ambos comienzan frente a la Catedral Basílica para conocer la importancia del Santuario del Señor y la Virgen del Milagro y continúa por las Iglesias de San Francisco, San José, Nuestra Señora del Valle (más conocida como León XIII) y Nuestra Señora de La Candelaria. El circuito incluye también la Iglesia de San Juan Bautista de La Merced, el Santuario del Perpetuo Socorro y San Alfonso, la Cruz del Congreso Eucarístico Nacional de 1974 y culmina en el Convento San Bernardo.
Este circuito pedestre tiene como punto de encuentro la Plaza 9 de Julio y se ofrece todo el año, los sábados a las 17.30. En Semana Santa sale jueves y viernes a las 17.30 y sábado a las 10.30.
-Organizar varias escapadas al año a sitios cercanos, como Rosario. No hace falta esperar al fin de semana largo: este destino que ofrece todos los servicios para el turista se encuentra a 3 horas y media de Buenos Aires. ¿Qué hacer? Caminar o andar en bici entre los espacios verdes de la costa, recorrer el boulevard Oroño y el Parque de la Independencia; disfrutar el río con excursiones en lancha, barco, kayak o velero; y saborear los pescados de río (bogas, pacús, dorados y surubíes pueden degustarse en cocciones a las brasas o con nuevos giros gourmet) y como postre un helado (Rosario es Capital Nacional del Helado Artesanal). Para los chicos, los recomendados son es el Jardín de los Niños, un parque con juegos, aventuras, misterios, construcciones y poesía; La Isla de los Inventos, donde ciencia, arte y tecnología son excusas para no parar de jugar y aprender; la Galería de los Roperos de Plataforma Lavardén, un original espacio; y La Granja de la Infancia, para pasar una tarde al aire libre con animales y tareas para conectarse con la naturaleza.
-Comenzar a planificar (y ahorrar para) las próximas vacaciones, que pueden ser las de invierno. Tucumán puede ser el destino elegido porque es pequeño y se recorre fácilmente, por su clima benévolo durante todo el año, por sus cinco circuitos turísticos y por la diversidad de propuestas. Para comenzar, la Ciudad Sagrada de Quilmes conserva las huellas de esta civilización que logró un gran desarrollo social y económico, siendo el siglo XVII la época más destacada, cuando fue morada de 3.000 personas en el área urbana y 10.000 en los alrededores. El lugar puede conocerse en compañía de un guía y complementarlo con una visita al Centro de Interpretación, que incorpora un nuevo concepto de la museografía destinado a que los visitantes tengan una experiencia sensorial en su acercamiento a la cultura de los Quilmes.
Luego el derrotero tomará rumbo a Tafí del Valle, Amaicha del Valle y el sector vitivinícola y de dulces del último tramo de los Valles Calchaquíes, donde se levantan los pequeños pueblos de Colalao y El Pichao, las casas construidas en piedra y la ruina de los Condorhuasi.
-Asistir a un curso de cata y vinos en Buenos Aires y coronarlo con una visita a Mendoza, responsable del 70% de la producción de todo el país. La provincia es la tierra del malbec, que conjuga a la perfección con una gastronomía de identidad local, y donde las bodegas abren sus puertas con degustaciones, arte y cultura, así como paseos en bicicleta y cabalgatas entre viñedos, alojamientos en posadas y spa temáticos.
Un dato es que del 25 de marzo al 2 de abril se organiza el Festival Internacional Música Clásica por los Caminos del Vino, una cita para no perderse que fusiona lo mejor de la provincia.
-Salir de paseo por nuestra ciudad y conocer los museos ligados a la naturaleza. Luego organizar un viaje a Trelew para observar en vivo y en directo la fauna de la Patagonia. La cuestión es organizar cuando llegar, ya que depende la época del año encontraremos diferentes especies. De junio a diciembre, se efectúan excursiones para avistar la ballena Franca Austral, en un paseo embarcado desde Puerto Pirámides –a 170 km de Trelew– que dura aproximadamente una hora y media. De septiembre a abril se extiende la temporada de pingüinos, por lo cual habrá que llegar hasta la pingüinera de Punta Tombo –a 110 km.–, la reserva continental más importante del mundo y la más accesible. Asimismo, de agosto a noviembre, los elefantes marinos se encuentran en período de reproducción. Durante el verano pueden verse animales jóvenes o hembras adultas mudando su piel, aunque raramente se ven elefantes machos grandes en esta época. Y todo el año desde el Puerto de Rawson –a 25 km de Trelew– se efectúan salidas embarcadas para avistar delfines patagónicos. Otro imperdible es recorrer Península Valdés para avistar elefantes marinos, lobos marinos y aves, durante todo el año.
Todo esto puede complementarse con una visita al Museo Egidio Feruglio, donde se destacan los restos de dinosaurios, incluyendo al más grande encontrado en el mundo. Y con un té galés, una costumbre originada en el Valle Inferior del Río Chubut, producto de la capacidad de adaptación de esta colonia europea a los ingredientes disponibles en su nuevo hogar.
-Regalarnos un viaje para sorprendernos con algún paisaje de Argentina. El elegido es Córdoba, más precisamente Mar Chiquita. ¿Por qué? Se trata de uno de los humedales salados más grandes del mundo, con una superficie de más de 6 mil km2. Las características naturales de este inmenso espejo de agua salado la han convertido en un “verdadero mar interior”, ideal para la práctica de deportes náuticos y el avistaje de aves (más de 150 especies). Alberga una de las colonias de flamencos rosados más importantes del orbe, habiéndose transformado en el ave emblemática del lugar, a los que se suman chorlos, gaviotas, garzas, cisnes blancos y de cuello negro, y diversas especies de patos. Es posible realizar excursiones náuticas, y también disfrutar del turismo salud debido a las propiedades curativas del agua de la laguna. Miramar es la localidad cabecera, ubicada al noreste de la provincia, sobre la costa sur del espejo de agua y a 197 km. de la Ciudad de Córdoba.
-Organizar otras propuestas: Colonia (Uruguay) y Santiago (Chile) también constituyen alternativas a tener en cuenta. La primera está a una hora en barco desde Buenos Aires y deslumbra con su perfil pintoresco, bien diferente a la cuadrícula española, sus calles históricas, iglesias, museos y el faro. La segunda, a dos horas y media de vuelo, conquista con sus parques, actividades culturales, oferta gastronómica y la identidad de sus múltiples barrios. Bajo la sombra de la cordillera de los Andes y a la vera del Pacífico, está a un paso de excelentes playas para disfrutar en verano o de centros de esquí para el invierno.
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