Junto con el Gótico, El Rabal y la Barceloneta, el Born es uno de los barrios más conocidos de la capital catalana y, al igual que los mencionados, pertenece al distrito Ciudad Vieja, el más antiguo de la ciudad.
El Born, encantador barrio de arte e historia
A pesar de estar formado por dos zonas, La Ribera y el Born, la relevancia que fue tomando esta segunda área con los años –hoy se caracteriza por sus exclusivas tiendas de diseño y gran cantidad de restaurantes y bares– ha hecho que el nombre de la Ribera quede eclipsado bajo la denominación común de el Born.
El barrio se encuentra entre la Via Laietana y la Barceloneta, pudiendo el turista llegar en metro hasta las paradas Barceloneta y Jaume 1, o bien caminando desde la Rambla en apenas 10 minutos.
Una vez allí, el recorrido se realizará entre hermosas calles adoquinadas y serpenteantes, admirables estructuras medievales, pequeñas iglesias, plazas y múltiples encantadores rincones.
Una de las arterias principales es el Paseo del Borne (Passeig del Born), donde hay una gran cantidad de modernos locales gastronómicos y comerciales.
Como en toda gran ciudad, el visitante realizará el itinerario a su gusto, pero eso sí: no deberá dejar de conocer algunos lugares emblemáticos como El Born Centro de Cultura y Memoria (El Born CCM), el Museo Picasso, la Basílica de Santa María del Mar y el Palacio de la Música.
PASADO URBANO Y LEGADO DE PICASSO.
El Born Centro de Cultura y Memoria es un espacio donde el visitante tiene acceso a los principales acontecimientos históricos de Barcelona.
Instalado en el edificio del antiguo mercado de frutas y verduras de la ciudad, original de 1876 y primera edificación de la arquitectura del hierro en Barcelona, el establecimiento expone el desarrollo de la ciudad como metrópolis europea durante el siglo XIX.
Conserva en su interior el yacimiento arqueológico de las casas del 1700 de esta parte del barrio, que en dicho período fueron destruidas para construir una ciudadela defensiva.
Como núcleo de memoria colectiva, en El Born CCM se rememoran los hechos de la Guerra de Sucesión (1701-1713) y del sitio de 1714, y las trascendentes consecuencias que tuvieron para Barcelona y Cataluña. La exposición muestra unos 1.800 objetos que se encontraron durante la intervención arqueológica y que aportaron nuevos y valiosos conocimientos para poder configurar un retrato de la vida cotidiana de los habitantes de la Barcelona de hace tres siglos. La mayoría de las piezas se exponen en la gran vitrina de la sala Villarroel y constituyen, a su vez, un gran homenaje a los habitantes del barrio que fueron expulsados después de 1714.
Asimismo, el establecimiento es un gran mercado de cultura, un espacio abierto con una programación muy diversa que incluye actividades literarias, teatrales y musicales, entre muchas otras.
Además, cuenta con dos salas de exposiciones, dos salas de puesta en valor, un espacio para muestras de pequeño formato, un espacio gastronómico y una librería-tienda.
Una vez que se tiene ese panorama histórico de la ciudad, que sirve para que el turista se ubique en el tiempo y conozca el proceso de desarrollo de la tan moderna ciudad que está conociendo, se puede entrar en los detalles y, por ejemplo, adentrarse en la vida y obra de Pablo Picasso, quien llegó a Barcelona con su familia en 1895, a los14 años, y vivió en ella hasta 1904, cuando se fue a París, volviendo reiteradamente a lo largo de toda su vida.
Su fuerte y afectiva relación con la capital catalana está plasmada en el museo que lleva su nombre, y que con una colección de 4.249 de sus obras –entre pinturas, esculturas, dibujos y grabados– se impone como visita durante el paseo por el Born.
Abierto en 1963, situado en la calle Montcada y visitado en 2017 por 1 millón 50 mil personas, ha sido declarado “Museo de Interés Nacional” por la Generalidad de Cataluña.
El edificio ocupa cinco magníficos palacios de los siglos XIII y XIV, que redondean un área total de 10.628 m². Cada uno tiene el estilo del gótico civil catalán y está construido alrededor de un patio interno provisto de una escalinata exterior que permite el acceso a las plantas superiores. Estos cinco palacios son: el Palacio Aguilar (Montcada, 15), el Palacio del Barón de Castellet (Montcada, 17), el Palacio Meca (Montcada, 19), la Casa Mauri (Montcada, 21) y el Palacio Finestres (Montcada, 23).
En cuanto a las pinturas, la mayoría de las que se exponen corresponden al periodo comprendido entre 1890 y 1917.
Durante la visita, el turista podrá asombrarse con las obras del artista malagueño, teniendo la oportunidad de apreciar detenidamente algunas de las más destacadas.
TESOROS ARQUITECTÓNICOS.
Sin duda, uno de los atractivos sobresalientes del Born es la Basílica de Santa María del Mar, cuya construcción finalizó en 1383. Posee tres fachadas: la principal, situada en la plaza de Santa María; otra en la calle de Santa María, y la del Paseo del Born, todas claros ejemplos de la esencia del estilo gótico catalán: torres octogonales, superficies desnudas y contrafuertes macizos. El rosetón de la fachada principal es de mitad del siglo XV, ya que el original fue destruido por un terremoto en 1428.
La imponente basílica presenta un interior de una excepcional altura, en el que se destacan sus delgadas columnas y amplios espacios, dimensiones que asombran al visitante.
Otro edificio del barrio que vale la pena conocer es el Palacio de la Música, uno de los más bellos ejemplos del modernismo catalán y otra de las tantas originales construcciones de Barcelona.
Este distinguido palacio, construido entre 1905 y 1908, se destaca por su fachada principal decorada con mosaicos y recargada de arreglos.
Única sala de conciertos declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, cuenta con una estructura central metálica recubierta de vidrio que, al recibir la luz natural, convierte el edificio en una maravillosa caja de música donde se combinan a la perfección escultura, mosaico, vitral y forja.
El Palacio de la Música, una verdadera joya arquitectónica, se puede conocer a través de las visitas guiadas de una hora de duración o bien asistiendo a cualquiera de las propuestas de su excepcional programación anual.
Por último, el turista puede culminar la visita a el Born junto al mar, caminando sólo 10 minutos, luego de atravesar el vecino y muy pintoresco barrio de la Barceloneta; o en todo caso vale la pena continuar el paseo en el cercano Parque de la Ciudadela, donde se suma la opción de visitar el Zoológico de la ciudad.
Cómo moverse: caminando, sin duda, para ir conociendo y apreciando todos los encantadores rincones de la zona.
Cuándo viajar: Barcelona es disfrutable en todas las estaciones del año, así que dependerá más del gusto del viajero que de cualquier recomendación.
Idioma: catalán. También se habla español.
Electricidad: 220 voltios, con enchufes de dos patas.
Informes: www.barcelonaturisme.com
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