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Experiencias

Una semana en Río de Janeiro

Aquí, algunos de los imperdibles que debés visitar durante tu semana en Río de Janeiro.

LUNES. PAN DE AZÚCAR Y BOSSA NOVA.

Uno de los paseos más bellos de Río de Janeiro y una de las postales ineludibles de esta escenográfica ciudad es el famoso Pan de Azúcar, así que nada mejor que comenzar el viaje visitándolo. El teleférico, inaugurado en 1912, permite subir al Morro da Urca en un primer tramo y al Pan de Azúcar propiamente dicho en los siguientes tres minutos. Desde lo alto, la bahía de Guanabara se muestra en toda su magnificencia. En lo alto hay tiendas, bares y hasta un elegante restaurante donde es posible almorzar o cenar con una vista incomparable.

La noche puede ser ideal para brindar con una caipirinha entre partituras y fotos de época en el bar Garota de Ipanema, ícono de la bossa nova donde –aseguran– Vinícius de Moraes y Tom Jobim vieron pasar camino a la playa a aquella muchacha que, en 1962, inspiró la emblemática canción del mismo nombre.

MARTES. CENTRO HISTÓRICO Y ESPETO CORRIDO.

Río es mucho más que playa, de modo que el segundo día de viaje es una buena oportunidad para conocer el Centro Histórico. Se puede llegar en subte hasta Cinelandia, plaza alrededor de la que se encuentran el Teatro Municipal, la Biblioteca Nacional y el Museo Nacional de Bellas Artes, además de algunos bares donde los cariocas se detienen a tomar una cerveza. La Praça XV y el Palacio Imperial conforman la parte más antigua de la urbe, hasta donde antiguamente llegaba el puerto. La visita a la señorial confitería Colombo, fundada en 1894 y elegida como uno de los 10 bares más bellos del mundo, permite imaginar cómo fue Río durante su Belle Epóque. Medio día resultará suficiente para recorrer esta parte de la ciudad, que hoy es su ajetreado centro financiero.

En el vecino barrio de Lapa, la foto con los famosos Arcos –antiguo acueducto de la ciudad– es otro imperdible. Cerca de allí se puede visitar la Catedral Metropolitana, una moderna construcción de forma cónica construida entre 1964 y 1976.

Por la noche, una buena opción es cenar en alguna de las excelentes churrascarias que ofrecen servicio tipo “espeto corrido”, con diferentes tipos de carnes que desfilan de manera ilimitada frente a los comensales. Algunas de las más renombradas son Porcão, Fogo de Chão (ambas con varios locales) o la más económica Churrascaria Palace (Copacabana).

MIÉRCOLES. CORCOVADO Y SANTA TERESA.

Hasta ahora seguramente la imagen de la enorme figura del Cristo con sus brazos abiertos lo ha acompañado en su viaje asomando aquí y allá entre edificios y morros. Si es un día soleado –cuando las vistas son mucho más bellas– es momento de visitarlo. La compra de las entradas puede realizarse anticipadamente por Internet; también hay empresas que venden excursiones con traslados y entradas. Adquirirlas en el lugar puede implicar largas colas y varias horas de espera.

Un trencito rojo que parte cada 30 minutos lleva a los viajeros hasta la base del monumento en un viaje que suele desarrollarse entre vegetación y música en vivo. El Cristo, elegido una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo Moderno, se eleva otros 38 m. desde la base robando las miradas de miles de viajeros y atrayendo como un imán a sus cientos de cámaras. Desde lo alto las vistas son simplemente increíbles: los edificios, morros y favelas se suceden entre el verde en un cuadro de deslumbrante belleza que termina en las playas, el mar y un horizonte de elevaciones azules que se pierden en el infinito.

Si su agenda deportiva se lo permite, conviene dirigirse a las calles bohemias del barrio de Santa Teresa y viajar en su emblemático tranvía amarillo. En los límites de este barrio con el de Lapa, otro imperdible es la Escadaria Selarón, obra del artista plástico chileno que –desde 1990– se dedicó a decorarla con miles de trozos de mosaicos de colores.

JUEVES. UN DÍA FUERA DE LA CIUDAD.

Aproveche para hacer una escapada de día completo. Una opción recomendable es Angra dos Reis e Ilha Grande para conocer sus playas en un espectacular viaje en barco por algunos de los paisajes más bellos del litoral, con aguas color esmeralda ideales para el esnórquel.

Otra alternativa es conocer Búzios, recorriendo las calles de esta antigua villa de pescadores hoy convertida en un destino turístico lleno de encanto, con tiempo libre para conocer las playas de su preferencia.

Si el clima no acompaña, o lo suyo no es la playa, puede aprovechar para recorrer Petrópolis, una villa de montaña elegida por la familia imperial para pasar los calurosos veranos, donde se puede visitar el Museo Imperial, la Catedral y el Palacio de Cristal, entre otros sitios de interés.

Al regreso, después de un día cansador, sugerimos picar algo rápido y sencillo en alguno de los puestos frente a la playa de Copacabana.

VIERNES. EL SAMBÓDROMO, EL MARACANÁ Y FIESTA EN LAPA.

Diseñado por el arquitecto Oscar Niemeyer, el Sambódromo –escenario oficial de la competencia entre las “escolas de samba” durante el carnaval– es otro de los símbolos de la ciudad. Debajo del gran arco donde terminan los desfiles se encuentra el Museo del Samba, con disfraces y objetos históricos relacionados con el mayor Carnaval del mundo. En agosto, el Sambódromo será punto de largada y llegada de la maratón.

No lejos de allí se encuentra el Maracaná, otro punto ineludible en una visita a Río. También fue el elegido para la final del Mundial de Fútbol 2014 y de la Copa de 1950, ocasión para la cual fue construido. Emblema de la pasión de los cariocas por el fútbol, el impresionante estadio contó alguna vez con espacio para 200 mil espectadores; aunque recientemente fue limitado a 88.992 personas sentadas, aún es el estadio más grande de América del Sur.

Para visitar ambos lugares, no olvide chequear la agenda de las competencias deportivas y la posibilidad de realizar las visitas habituales.

Noche de viernes es noche de samba en el barrio de Lapa. Debajo de esos arcos que ya hemos visitado de día, los cariocas –y cada vez más turistas– se reúnen a tomar cerveza, escuchar samba en vivo y a bailar. Muchos lo hacen en la misma calle, donde los puestos ambulantes venden bebidas y algo para picar; mientras que otros eligen los bares y discos de las calles Riachuelo, Lavradio o la Av. Mem de Sa. Dos opciones recomendadas para los que prefieren sitios con buena infraestructura o quizá otro tipo de música son Leviano y Barzinho, donde según el día se puede escuchar desde jazz hasta música electrónica.

SÁBADO. NITEROI Y SALGUEIRO.

Para llegar hay que atravesar los 14 km. del puente Río-Niteroi, que cruza la bahía de Guanabara. Aunque muy cercana, Niteroi es realmente otra ciudad. Aquí es imprescindible visitar el Museo de Arte Contemporáneo, obra del reconocido arquitecto Oscar Niemeyer, que se posa en el paisaje como un gran ovni dibujado con elegancia. Las fotos que se pueden tomar allí, con el Pan de Azúcar de fondo, son realmente extraordinarias. Quien quiera conocer más sobre la obra del arquitecto deberá realizar el Camino Niemeyer, que une varios puntos de interés. Puede recorrerse también la Fortaleza de Santa Cruz da Barra, o disfrutar de unas horas en la playa de Icarai.

Guarde energía porque la noche de sábado es ideal para sentir más de cerca el carnaval visitando los cuarteles generales de la escola Salgueiro, que creó un programa para turistas que les permite incluso aprender a tocar percusión con su reconocida batería y, por supuesto, presenciar el ensayo general que convoca a unas 5.000 personas bailando hasta la madrugada.

DOMINGO. FERIA DE IPANEMA Y LAGOA, O VISITA A UNA FAVELA.

Los cariocas adoran el sol y la playa, y se vuelcan en masa a las arenas doradas de su ciudad. Las mañanas de domingo son ideales para pasear por sus veredas dibujadas en blanco y negro, y comprar algún recuerdo en la Feria Hippie de Ipanema. Entre Ipanema y Copacabana, las piedras del Arpoador permiten obtener algunas de las mejores fotos de estas bellas playas. La laguna Rodrigo de Freitas es otro sitio ideal para pasear: rodeada de algunos de los barrios más elegantes de Río y al abrigo de la imagen del Cristo Redentor, cuenta con parques, senderos y puestos para comer. La Laguna será escenario oficial para las competencias de canotaje y remo en los Juegos Olímpicos.

En contraste con los barrios más acomodados de la ciudad, también es posible conocer una de sus favelas. Rocinha y Santa Marta se encuentran entre las más visitadas. Se estima que una cuarta parte de la población de Río vive en estos barrios humildes que trepan de manera inverosímil por las laderas de sus morros. Las excursiones duran entre 2 y 6 horas, son totalmente seguras y permiten conocer de cerca la otra realidad de Río, así como algunos de los proyectos sociales que se desarrollan en estos barrios.

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