En Lucerna, Suiza, todos conocen al “Wilden Mann” (“Hombre Salvaje”), ese gigante barbudo que está presente en varios rincones de la ciudad, representado en pinturas. Forma parte de la mitología de los tiempos medievales, y simboliza la fuerza y la resistencia.
Historia, elegancia y distinción en Lucerna
El “Wilden Mann” está estrechamente ligado a la historia local. De hecho, es la primera de una larga serie de antiquísimas pinturas triangulares que relatan los principales sucesos históricos de la ciudad y se extienden a lo largo del alero del Kapellbrücke o “Puente de la Capilla”, uno de los dos más bonitos de Lucerna.
Allí se lo puede ver junto al escudo de armas de Lucerna, por lo que también es percibido como protector de la urbe.
Fue precisamente ese “Hombre Salvaje” el que le dio nombre al Hotel Wilden Mann, un encantador establecimiento que ofrece, además de una placentera y cálida estadía, un viaje en paralelo al Medioevo y la Belle Époque.
UN HOTEL CON MUCHA HISTORIA.
Los primeros datos con los que se cuenta del Wilden Mann datan de 1517 y 1529, cuando, aún sin licencia habilitante, funcionaba como taberna.
El edificio principal era al principio un lavadero, con una caballeriza en su planta baja, que fue quitada cuando finalmente fue catalogado como hotel, en 1860.
Desde entonces, fue sumando propiedades adyacentes para ampliar su capacidad, hasta convertirse en lo que es hoy: una joya en el centro histórico de Lucerna.
Con el tiempo y las sucesivas obras de restauración llevadas a cabo para satisfacer las necesidades de los huéspedes, en su interior los aspectos barrocos fueron desapareciendo para dar lugar a aspectos típicos de la Belle Époque con los que hoy se caracteriza.
En tanto, las reformas más recientes corresponden a la Cocina –que fue completamente reestructurada– y a una gran cantidad de habitaciones y baños.
Actualmente el establecimiento es miembro de Romantik Hotels & Restaurants Group, que agrupa a hoteles cuya filosofía es brindar hospitalidad personalizada en notables emplazamientos históricos.
Además, desde 2008 es miembro de Hoteles Históricos Suizos.
SERVICIO Y ENCANTO.
Otra de las características distintivas del Hotel Wilden Mann es que cada una de sus 50 habitaciones tiene su propio estilo, y que fueron diseñadas con mucho cuidado en los detalles.
Así, cuenta con una Suite, seis Junior Suites, 20 habitaciones Superiores (twins o matrimoniales), 14 Standard (twins o matrimoniales) y siete de tipo Single.
La tarifa diaria incluye desayuno buffet y acceso gratuito a Internet, además de café y té de cortesía las 24 horas.
Hace muy poco tiempo tuve el placer de alojarme en una de las maravillosas habitaciones del Wilden Mann: la denominada “Romántica”. Tal como su nombre lo indica, resultó absolutamente cálida y confortable, con muebles clásicos de madera, decoración en colores pastel y cama con dosel. Minibar, radio, teléfono, televisor de pantalla plana, caja de seguridad, amenities y secador de pelo completaban las facilidades para una estadía plena de confort y elegancia.
Es en este tipo de establecimientos donde se comprende plenamente el concepto de hospitalidad suiza, lo que permite dar fe sobre uno de los aspectos que subrayan los directivos del hotel: “La calidad excepcional siempre es el punto de referencia del Hotel Wilden Mann”.
DESTACADA COCINA.
Por otra parte, el Hotel Wilden Mann es sinónimo de cocina creativa y de calidad.
Por la mañana, el desayuno tipo buffet es un regocijo para todos los sentidos: el aroma al pan recién horneado irrumpe en el majestuso salón desayunador, espejado y con arañas de cristal, donde suenan los clásicos de Wagner mientras la mirada de los huéspedes se pierde por las altas ventanas que dan a un angosto callejón medieval.
Opciones dulces y saladas, pensadas para diferentes gustos y costumbres, completan un comienzo del día perfecto, con buena energía para salir a recorrer la ciudad.
Para la tarde el Wilden Mann también cuenta con propuestas irresistibles: los platos gourmet de sus restaurantes Sauvage y Burgerstube, preparados cuidadosamente por el destacado chef Simon Oehen.
El primero –distinguido con 14 puntos por la guía suiza Gault Millau– ofrece un menú a la carta con diversas opciones de platos de la alta cocina europea, además de una amplia selección de vinos.
Es un lugar con mucho estilo, de ambiente cálido y relajado, ideal para almorzar o cenar con amigos, la familia, o bien un encuentro de negocios.
Allí fui gentilmente invitada a cenar por Andrés Calvo, gerente de Marketing & Ventas del Hotel Wilden Mann, quien me contó la historia del establecimiento y el constante cuidado por cada detalle: “Uno de nuestros principales objetivos es captar las necesidades de nuestros huéspedes modernos, preservando este tradicional y maravilloso hotel, que ostenta una arquitectura esplendorosa. Por lo tanto, constantemente realizamos inversiones para renovarnos y ampliar nuestros horizontes”, dijo Calvo. Y añadió: “La actividad turística ayudó a transformar aquella vieja posada en lo que es ahora el Wilden Mann; uno de los establecimientos más codiciados de Lucerna. Además, estamos orgullosos de haber alcanzado no sólo la Certificación ISO 9001:2000, sino también el Sello de Calidad de Turismo Suizo Nivel III”.
Por su parte, el restaurante Burgerstube (“Salón de los burgueses”) es un rincón muy acogedor, y merece una mención especial no sólo por sus exquisitas especialidades regionales, sino porque fue rediseñado en 1908 con la incorporación de elementos neogóticos.
En verano, en tanto, se ofrecen cenas en la encantadora terraza del primer piso, donde también se encuentra el lounge para fumadores, de ambiente discreto, espacioso y confortable, ideal para relajarse y tomar un café o un trago después de haber recorrido la ciudad, o para celebrar un encuentro de negocios.
Asimismo, el hotel dispone de otros espacios y salones para banquetes y conferencias.
La lista de visitantes célebres del Hotel Wilden Mann es muy extensa. Incluye, entre tantos otros, al príncipe Raniero de Mónaco, el gran autor checo Pavel Kohout, Sophia Loren, y la actriz, escritora y cineasta noruega Liv Ullmann. Además, este elegante establecimiento es el lugar de encuentro de quienes juegan un papel preponderante en la escena económica, cultural y social de Lucerna. Y varios clubes eligen con regularidad la hospitalidad del Wilden Mann para sus eventos, como el Rotary Club de Lucerna, el Club Ambassador y el Club Kiwanis Luzern-Pilatus, entre otros.
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