Es el orgullo de sus tan solo 50 habitantes y uno de los mayores atractivos de la zona. Naturaleza e historia se mezclan en este pequeño entramado de calles y balcones llenos de flores que atraen visitantes durante todo el año en España.
Acercarse a su núcleo urbano es conocer una parte de la historia y disfrutar del placer de contemplar el esplendor de la naturaleza desde un balcón privilegiado. En adición, sus espectaculares vistas son una de las razones por las que National Geographic lo ha elegido como el pueblo más bonito de España para ir este mes.
¿De cuál de los pueblos encantadores de este bello país se trata?
Siurana, un balcón natural con vistas a la sierra del Montsant
En la cima de un acantilado de paredes verticales de 730 metros de altura y con espectaculares vistas desde cualquier rincón, Siurana reposa entre las aguas del emblemático pantano del mismo nombre, la Sierra del Montsant y las montañas de Prades, en la región de Tarragona, Cataluña.
La sierra del Montsant es un espacio natural protegido, un parque natural de la comarca del Priorat lleno de itinerarios para descubrir sus parajes tanto en familia como para excursionistas más expertos.
Se pueden escoger entre itinerarios municipales que se adentran en los pueblos que lo rodean, itinerarios culturales y vías verdes para hacer en bicicleta que cruzan toda la zona. El pueblo de Siurana reúne un poco de cada uno así que las posibilidades para disfrutar del entorno son infinitas.
Para hacer una primera aproximación al pueblo hay una ruta circular perfecta que permite pasar por su castillo medieval, por el mirador más emblemático y caminar sobre el río para contemplar el gran pantano.
Un pantano con leyenda en España
Pasear por las calles y por los senderos que bajan hacia el pantano es rememorar continuos asedios y complicadas conquistas de un lugar prácticamente inexpugnable por su privilegiada situación. Los restos de la fortaleza sarracena que dan la bienvenida a Siurana son la única huella de la resistencia árabe.
De hecho, uno de los rincones más emblemáticos es el llamado Salto de la reina mora: cuenta la leyenda que la reina árabe prefirió saltar con su caballo desde el acantilado y morir, antes de caer en manos de los cristianos que acechaban el pueblo. En un desesperado intento de sobrevivir, su caballo dejó, antes de caer, la herradura marcada para siempre en el lugar que es ahora de visita obligada.
Calles que hablan
Tras ser recibidos por los restos de la fortaleza, el pequeño casco urbano del pueblo nos invita a recorrer sus calles. Los adoquines cubren todo el camino y las casas de piedra con sus balcones de hierro forjado decorados con flores hacen que sea difícil elegir dónde parar e inmortalizar la visita.
Por la calle mayor llegamos hasta la iglesia románica de Santa María, muy bien conservada. Este punto era antiguamente el destino de procesiones de los habitantes del resto de aldeas para pedir por unas lluvias abundantes que garantizaran buenas cosechas.
Paseando desde la iglesia podemos llegar a unas enormes rocas planas que nos permiten colocarnos prácticamente encima del embalse para divisarlo desde las alturas con unas bonitas vistas al vecino pueblo de Cornudella de Montsant. Todo el pueblo es un auténtico mirador, pero este balcón natural es indispensable.
Mucho por hacer en los alrededores de Siurana
Siurana es un enclave perfecto para los amantes de la naturaleza y puedes elegir desafiar al vértigo practicando escalada en sus acantilados verticales o emprender un tranquilo paseo por caminos circulares alrededor del pantano.
Los amantes del senderismo van a encontrar multitud de caminos señalizados para descubrir las montañas de la zona.
- Se puede bajar desde el pueblo al pantano investigando restos de antiguos molinos y masías o caminar cerca del agua por recorridos llenos de belleza y encanto.
- Una de las rutas más pintorescas es la del Toll de la Palla que se puede hacer desde el pueblo y siguiendo el río hasta llegar a de las diferentes piscinas naturales que crea el río Siurana en su curso.
Las formaciones rocosas de piedra caliza de la sierra del Montsant hacen que este pequeño pueblo sea un destino muy buscado por los escaladores. Cuenta con decenas de vías de escalada de diferentes niveles de dificultad, donde se acercan aficionados de todo el mundo para disfrutar de sus increíbles paredes verticales.
Y cuando ya llega el buen tiempo las tranquilas aguas del pantano de Siurana son el lugar perfecto para practicar deportes de agua, pasear en canoa o kayak o bañarse tras una excursión para mimetizarse con la enorme belleza de este paraje. Este embalse recoge las aguas del río Siurana que es el principal afluente del Ebro en las tierras de Tarragona.
Asimismo, los productos frescos de esta tierra pueden ser un estupendo souvenir antes de abandonar el pequeño pueblo y no debes dejar de probar su reconocido aceite de oliva virgen extra con denominación de origen protegida (DOP Siurana).
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