Verano jujeño

Con el arribo de diciembre, el último mes del año, como en todo el mundo católico, comienzan los preparativos para las Fiestas Navideñas, pero en el caso de Jujuy, entre pincelazos de un festejo globalizado, se destacan los Pesebres y los Adoradores.

En los rincones de cualesquiera de los pueblos de la Quebrada, la Puna o los Valles, el aire se llena del sonido de los sikuris, que para esta época emanan un ritmo muy diferente, un tanto más alegre y pegadizo que cuando encabezan los misachicos en las celebraciones religiosas de los poblados.

Pero no marchan solos, delante de ellos se abren paso los Niños Adoradores encabezados por un Angelito y una guía, seguidos por un par de hileras de changos y chinitas que marcan el ritmo con ágiles saltos, cantando y presentando la figura de “su” Niño Dios.

Esta demostración de fe, originaria de España y adaptada a los sentidos de las comunidades de la región, no se desarrolla sólo en lugares cerrados, también tiene lugar en las calles de cada ciudad y de cada pueblo donde los conductores aguardan con paciencia oriental a que la columna opte por desplazarse a un costado y libere el paso, o que termine de cruzar la bocacalle.

El tránsito o paseo de estos grupos de pequeñas almas no se cumple en forma improvisada, siendo su cometido principal visitar los Pesebres a los que fueron invitados, ubicados, muchas veces, en barrios muy distantes de donde partieron.

Una vez allí, presentan la imagen del Niño Dios, que han trasladado con cuidado y cariño, a la par de la figura que se ha de venerar, y comienzan con su baile.

Al ritmo del redoblante y de los vientos, avanzan hacia el altar, le muestran su veneración con una humilde reverencia, y luego retroceden sin darle la espalda en ningún momento, y así, por dos o tres veces más mientras cantan su villancico, con letra original, con la que busca diferenciarse cada grupo.

Luego viene el desafío mayor, el Baile de las Cintas. El ritmo y los pasos de la danza son iguales, pero esta vez, deben mantener la concentración al máximo mientras giran alrededor de un mástil del que penden una veintena de cintas coloridas que sujetan cada uno en su mano. El danzar en círculo y trenzar no es el problema porque se va hacia delante, pero destrenzar ya es otra cosa, porque también se lo hace danzando pero hacia atrás.

Los changos y las chinas cumplen con esta ceremonia desde el 8 de diciembre hasta el anochecer del 6 de enero, luego de recibir a los Reyes Magos y de visitar la mayor cantidad de pesebres.

Jujuy es la única provincia del norte argentino donde esta costumbre -que aún no se transformó en espectáculo- se cumple año a año y donde las delicadas y originales figuras del pesebre, donde la Sagrada Familia es protagonista principal, y uno de los tesoros más preciados que pasa de generación en generación en todos los hogares.

ENERO TILCAREÑO.

Cuando aún el ritmo musical de los redoblantes y los sikus de los pesebres navideños no terminaron de silenciarse, el sonido festivalero del “enero tilcareño” entra en escena con una propuesta de peñas de amigos y espectáculos folclóricos imposibles de soslayar. A la vez, miradas pícaras y comentarios risueños entre los vecinos comienzan a alentar la vigilia para disfrutar del Carnaval Quebradeño, que ya comienza a sentirse en el aire.

Durante el primer mes del año la villa veraniega de Tilcara se convierte en un poderoso imán que convoca mayormente a la juventud, atraída por las propuestas musicales pero también por las actividades alternativas que se pueden realizar, siendo las más elegidas el trekking, las cabalgatas, la caravana con llamas, y para los más osados, deleitarse con una vista única desde el sillín de un parapente. Aunque más al sur, en el centro de la región de los valles, la estadía toma “otro color”, el esmeralda. Las serranías del Zapla, el circuito de los diques o recorrer el camino entre las lagunas de Yala y Termas de Reyes, son paseos ineludibles.

FEBRERO Y MARZO DE CARNAVAL.

Apenas febrero comienza a aparecer en el calendario, el Encuentro de Copleros en Purmamarca le entrega las primeras pinceladas de color al Carnaval Quebradeño, fiesta esperada durante todo el año principalmente por el jujeño, y también el momento agendado para el encuentro de compadres y comadres. Desde el sábado 1º de marzo de 2014 –según lo decidió el almanaque– y hasta el martes 4 de marzo inclusive, los Diablos Carnavaleros harán de las suyas por las pequeñas calles de los pueblos mientras los integrantes de las comparsas seguirán a sus abanderados y cumplirán con todas las “invitaciones” que les hagan los fortines (sedes de otras comparsas), lugar donde disfrutarán de comidas, bebidas y música. Vale destacar que en cualquiera de estos momentos el alojamiento y la gastronomía están al alcance de todos los gustos y bolsillos. Los hoteles en la ciudad capital, las simpáticas hosterías en los pueblos quebradeños y las cartas de comidas con platos regionales y clásicos son el justificativo que faltaba para que la estadía se prolongue.

Así se puede disfrutar Jujuy durante todo el verano, y para cuando los Idus de marzo anuncien el arribo del otoño y el obligado retorno a las actividades de todo el año, ningún visitante se habrá acordado si hizo calor o no, pero sí estará seguro de que esta experiencia le ofreció muchas sensaciones que valdrá la pena repetir.

CARAVANA DE LLAMAS.

Hay costumbres que con el paso del tiempo se van perdiendo. A medida que eso sucede, aparecen aquellos arqueólogos de la historia que proponen conservar al menos el relato del “cómo fue hace un tiempo a esta parte”. De eso se trata la misión de Santos Manfredi, ideólogo de “Caravana de llamas”, una empresa de turismo rural ecológico cuyo objetivo principal es rescatar el uso de la llama como animal de carga.

Y su condición de carguero implica, por supuesto, que los animales no se montan, sino que acompañan durante el trayecto a pie cargando el equipaje necesario para los viajes.

Caravana de llamas tiene una cabaña de cría, especializada en amansamiento y producción de llamas cargueras y mascotas. También se preocupa por fomentar el cambio “de cabras por llamas”, por ser ecológicamente correcto en la zona de los valles tilcareños, y en la búsqueda de los medios para que los pobladores de esta zona puedan obtener sus primeras llamas multipropósito: Carne-Fibra-Turismo. Como guía local Santos forma guías (y aspirantes a serlo) para la práctica del trekking con llamas, creando así un producto único y comprometido con la temática social y ecológica.

Todos los viajes van acompañados de equipos de campamento de buena calidad, rica y nutritiva comida, y buen vino. Apasionado por el senderismo Santos investigó sobre el uso de la llama como animal carguero buscando información en el Museo Arqueológico de Tilcara, con arqueólogos y antropólogos interesados en la temática caravanera, e interactuando con llameros de la puna argentina-boliviana y trabajando de forma empírica en la técnica de “estimulación positiva” para el amansamiento de llamas. “Tenemos recorridos para diferentes públicos: liviano o familiar, exigencia media, y con mayor grado de dificultad. Realizamos senderismo con llamas por la Quebrada de Humahuaca y Puna jujeña, con bases en Tilcara, Pozo Colorado (Salinas Grandes), El Colorado (Puna) y Purmamarca. Hacemos recorridos de 90 minutos, medio día o varios días”. Para las travesías largas, de dos o más días, Caravana de Llamas dispone del mejor equipo de campamento. Tras una caminata larga y exigente, es fundamental tener una buena noche de descanso, con catres de campamento y una carpa grande, donde también entran las sillas y mesas.

Informes: [email protected]/teléfono: 0388-495-5326.