Según una encuesta dada a conocer el martes pasado por la Global Business Travel Association (GBTA), cerca del 96% de las compañías han cancelado o suspendido los viajes internacionales de negocios, independientemente de su ubicación.
El 73% de los miembros de la entidad opinaron que el impacto financiero del coronavirus será “significativo”, mientras que el 19% lo describió como ”moderado”.
Alrededor del 85% de las empresas encuestadas dijeron que han instituido políticas de home office y el 70% están aumentando las teleconferencias y videoconferencias. Acciones que, claramente, golpean con fuerza a las compañías aéreas.
Como ejemplo contundente, la consultora de análisis de datos de viajes Cirium calcula que hay cerca de seis mil aeronaves en tierra, almacenadas en unos 600 aeropuertos en el mundo.
MOMENTOS DIFÍCILES.
Mientras tanto, las aerolíneas continúan experimentando pérdidas históricas. El 5 de marzo, IATA estimaba que el año iba a cerrar con un rojo de US$ 113 mil millones, porcentaje que nuevas predicciones están llevando a US$ 252 mil millones, un 44% más. La entidad pronostica un escenario de “severas restricciones de viajes” para los tres próximos meses, con un incremento gradual a partir de los últimos meses del año.
Con muchas fronteras cerradas con la intención de detener el Covid-19, algunas compañías solo están transportando carga o repatriando pasajeros. “En la mayoría de los sitios donde se permite el tráfico aéreo internacional estamos volando con carga o repatriando personas a sus países de origen”, sostuvo Alexandre de Juniac, director general y CEO de IATA. “Además, dijo, estamos entregando bienes vitales, como medicamentos, equipos para combatir el virus y productos sensibles con el tiempo que alimentan cadenas vitales de suministros globales.”
Para de Juniac, “esta llegando una crisis de liquidez a toda velocidad, con ingresos que han caído por un precipicio. Y ninguna reducción de costos podrá salvar el día a día si no ingresa efectivo en la cuenta. Sin ayuda financiera, las aerolíneas quebrarán”.
IATA menciona que Brasil, Colombia, Singapur, China, Hong Kong, Australia, Nueva Zelanda, Qatar, Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia han brindado asistencia gubernamental. Ahora, la Asociación espera que el Banco Central Europeo y el Congreso de los Estados Unidos hagan lo propio.
Piden desde apoyo financiero directo a préstamos, bonos corporativos y desgravación fiscal.
El lunes 23, la Administración Federal de Seguridad del Transporte de Estados Unidos indicó que 331 mil personas habían pasado por los chequeos de seguridad en los aeropuertos, una baja de 86% respecto al mismo día de un año atrás, cuando lo hicieron 2,4 millones de personas.
Por otra parte, la baja de viajeros choca con otra realidad: muchas aerolíneas se niegan a devolver el importe de boletos pagados, ofreciendo solo la opción de un cambio de fecha o un bono.
En España, la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (Acave) se opuso a la medida, exigiendo al gobierno a que obligue a las empresas al reembolso de los boletos cancelados “de manera inmediata en cumplimiento del Reglamento CE 261/2004”. Motiva la petición el hecho de que varias compañías ofrecen como única alternativa la restitución del dinero en forma de bonos, a pesar de la disconformidad de los pasajeros y en contravención a la normativa europea. Las compañías señaladas son Aegean Air, Aerolíneas Argentinas, Air Europa, Air France-KLM, Aeroméxico, Air India, Alitalia, American Airlines, Avianca, CSA, El Al, Emirates, Etihad, Iberia, Latam, Lufthansa, Qatar, Royal Air Maroc, Smartwings, TAP, Tarom, Tunisair, United, y Vueling.
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