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Norteamérica

Guanajuato, donde se vive la historia

Una arquitectura deslumbrante, emplazamientos que fueron testigos de algunos de los episodios más relevantes del devenir histórico nacional, ricas tradiciones y una activa vida cultural, se conjugan con una naturaleza generosa para conformar en Guanajuato una interesante serie de propuestas para el viajero.
La palabra Guanajuato proviene de los vocablos "quanax" y "huato", que en idioma purépecha significan "cerro de las ranas". Los indígenas denominaron así al lugar debido a la forma de las ondulaciones del terreno que rodean a la que hoy es la capital del estado.
Localizado al oriente de Jalisco, al sur de los estados de Zacatecas y de San Luis Potosí y al norte de Michoacán, este pequeño estado en el centro de México se divide en tres regiones diversas. Los Llanos del Norte son una zona árida donde predominan las llanuras, mesetas y cerros rocosos. La segunda es la sierra de Guanajuato, donde destacan las cañadas y las laderas abruptas alternando con algunas mesetas alargadas. La tercera región es la del Bajío, característica por su actividad agrícola así como por tratarse de uno de los bastiones más conservadores del catolicismo mexicano.
La arquitectura, los paisajes, las fiestas regionales y su intensa actividad cultural, conforman en el estado una interesante oferta turística. Las opciones abarcan también el turismo salud debido a la gran riqueza de manantiales termales donde se han desarrollado balnearios, spas y parques acuáticos.

La Capital.

Antigua ciudad minera construida en un valle, fundada en 1557 en coincidencia con el descubrimiento de ricas minas de plata, la ciudad de Guanajuato es  una de las más bellas de México. Su arquitectura colonial y sus estrechas y sinuosas calles empedradas, sumadas al hermoso paisaje de cerros que la rodean, la convierten en un destino con un encanto especial.
Su centro histórico, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1988, resguarda joyas de la arquitectura que sorprenden a los visitantes. Estas edificaciones, tanto religiosas como civiles, deben su esplendor al auge minero que vivió Guanajuato entre los siglos XVI y XVIII. Hoy, su legado colonial se convierte en un marco ideal para los turistas, quienes también se sorprenden por su animada vida cultural, plena de actividades y diversión de todo tipo, tanto de día como de noche.
Aquellas parejas que visiten la ciudad y crean en las leyendas deberán visitar ante todo el Callejón del Beso, en el centro, muy cerca de la plaza de los Ángeles. Es un pequeño corredor de 68 cm. de ancho, en cuyas fachadas se pueden observar varios balcones estrechamente unidos. Cuentan que dos jóvenes enamorados se citaban allí clandestinamente hasta que fueron descubiertos justo en el momento en que se besaban. El final fue trágico: ella fue asesinada por su padre. Sin embargo, las almas de los amantes bendecirán a quienes se besen en el tercer escalón de este romántico lugar otorgándoles siete años de felicidad.
La Plaza de la Paz, en pleno Centro Histórico, al lado de la Presidencia Municipal es la más antigua e importante de la ciudad. Durante muchos años en sus alrededores vivieron las familias de la aristocracia local, por lo cual conserva bellezas coloniales como los portales de los arcos, el templo principal, la actual basílica y las Casas Reales, edificio que ocupa la Presidencia Municipal.
La basílica de Nuestra Señora de Guanajuato, erigida en cantera rosa, data de 1771 y conjuga los estilos barroco manierista del siglo XVII, churrigueresco del siglo XVII y neoclásico. En su interior se destaca una antigua imagen en madera estofada de la Virgen de Lourdes con una rica base de plata repujada.
También vale la pena conocer el Teatro Juárez, un bello edificio clásico que despunta por su pórtico con dos monumentales tigres de bronce y pedestales donde se alzan ocho esculturas de las musas de la mitología helénica.
Partiendo del centro de la ciudad por una carretera panorámica o entre pintorescos callejones, se llega a la loma donde se encuentra el monumento a "El Pipila", apodo del minero Juan José Martínez, activo protagonista de las luchas de la Independencia. Desde lo alto se puede apreciar una de las mejores panorámicas de la ciudad.
Aquellos interesados en la historia no deben perderse el Museo de las Momias, en la falda sur del cerro Trozado, donde se exhiben más de 100 momias exhumadas, muchas de las cuales aún conservan en su rostro el gesto de horror por haber sido enterradas vivas.
Los amantes del arte, en cambio, preferirán visitar seguramente la Casa Museo Diego Rivera, donde nació y vivió el famoso muralista y donde se exhibe una colección de obras de distintas etapas pictóricas del artista.

Más por descubrir.
El estado de Guanajuato ofrece otros varios atractivos además de los que ostenta su capital. A sólo 92 km al oeste de la ciudad de Guanajuato, se encuentra San Miguel de Allende, una tranquila localidad que atrae a visitantes de todo el mundo. Es un sitio pleno de historia y con una rica arquitectura colonial de estilo barroco y neoclásico. Se destacan edificios como la Parroquia de San Miguel Arcángel o el Oratorio de San Felipe Neri. Su legado histórico de la época de la Independencia se manifiesta en señoriales casonas como la que alberga al Museo Casa Allende. En esta localidad se realizan eventos como la "Sanmiguelada", inspirada en la Pamplonada española, y encuentros musicales de relevancia nacional como el Festival de Música de Cámara o el Festival de Jazz. En sus alrededores, se ofrecen opciones de turismo de aventura como los vuelos en aladelta o paracaidismo.
También merece una visita la localidad de León. Su territorio fue habitado en tiempos prehispánicos por diversos grupos indígenas tales como los toltecas, chichimecas y guamares, que dejaron su testimonio en sitios arqueológicos cercanos a la ciudad como los de Alfaro e Ibarrilla. León, fundada en 1576, presenta un marcado contraste entre sus añejos edificios coloniales con otros de moderna arquitectura que dan cuenta de su pujanza.
Dolores Hidalgo, uno de los "Pueblos Mágicos" de México, es también reconocida como la "Cuna de la Independencia Nacional", ya que fue desde el atrio de su parroquia que el cura Miguel Hidalgo y Costilla dio el llamado "Grito de Dolores" en la madrugada del 16 de septiembre de 1810, llamando a levantarse en armas contra el régimen virreinal. Además de visitar los sitios de relevancia histórica, Dolores de Hidalgo es un sitio ideal para comprar artesanías de cerámica.
Celaya es un añejo asentamiento cuya trascendencia quedó manifiesta en la fundación de monumentales conventos como el de San Francisco, El Carmen y San Agustín, que actualmente alberga la Casa de la Cultura Francisco Eduardo Tres Guerras, célebre arquitecto del neoclásico mexicano. Hoy, la ciudad ofrece de manera permanente una interesante y variada agenda cultural, además de una extensa gama de servicios turísticos, entre ellos su excelente gastronomía.
En el sur del estado se puede seguir la conocida "Ruta de los Conventos". La zona fue asiento de algunas de las más tempranas fundaciones españolas en el Nuevo Mundo, lo cual le dejó como legado varias poblaciones originarias de la primera mitad del siglo XVI con soberbios monumentos arquitectónicos. Así, en un territorio relativamente pequeño, se establecieron las principales órdenes religiosas, cada una de las cuales dejó su particular impronta en su arquitectura conventual. Numerosas construcciones de los siglos XVI, XVII y XVIII hacen gala de sus estilos barroco, plateresco y herreriano.

GASTRONOMIA
Como cada región de México, Guanajuato tiene una enorme variedad de especialidades gastronómicas locales. Platos típicos como las patitas de puerco, pacholas guanajuatenses (frituras de carne molida de res), empanadas de carnitas, pan de Acámbaro y fiambre estilo San Miguel de Allende (mezcla de diferentes tipos de carne de res, pollo y cerdo con frutas y verduras en aceite y vinagre), acompañan a las clásicas enchiladas mineras, ineludibles en la región.
Si de bebidas se trata, las de mayor renombre son el agua de betabel, la cebadina y el agua de mezquite.
Entre los dulces típicos se destacan las cajetas de Celaya y las charamuscas, hechas de azúcar y piloncillo quemados, los jamoncillos, las pepitorias, las alegrías, las cocadas y las fresas cristalizadas de Irapuato.

TIPS DEL VIAJERO
Ubicación: La capital del estado de Guanajuato está a poco más de 360 km. al noroeste de Ciudad de México.
Clima: La temperatura varía de los 11 a los 24°C. La altura sobre el nivel del mar es en promedio de 2.000 metros y la precipitación media de junio a septiembre varía de los 600 a 700 milímetros.
Cómo llegar: El Aeropuerto Internacional de Guanajuato recibe vuelos diarios de las principales localidades mexicanas y desde varias ciudades de Estados Unidos. El recorrido en auto desde el D.F. toma aproximadamente unas cuatro horas.
Servicios: Hoteles, restaurantes, tiendas de souvenirs y artesanías, rent a car, discotecas, bares, museos, entre otros.


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