El sur de Brasil cuenta con bellísimas playas con aguas tibias y excelente infraestructura. Algunas muy frecuentadas, otras en islas preservadas por las que no circulan vehículos y donde caminar por senderos en la selva es la mejor aventura. Unas con elegantes restaurantes, tiendas y hoteles; otras con modernos edificios y originales propuestas; sin olvidar aquellas ideales para familias, con aguas verdes y cristalinas que invitan a explorar el fondo del mar.
Florianópolis: un destino que no pierde su magia
A Florianópolis la llaman “la isla de la magia” y es sin dudas uno de los destinos favoritos de los argentinos que veranean en el sur de Brasil. Su gran diversidad de opciones, sus muchas playas, actividades, paseos y atractivos, son parte de su encanto. Jurerê, Canasvieiras, Ingleses y Daniela, son algunas de las más visitadas por los turistas locales. Pero la isla ofrece también otras alternativas completamente diferentes: desde Santo Antonio de Lisboa, con sus casas coloniales de colores y su fuerte tradición azoriana, hasta la pintoresca Barra da Lagoa, con su puentecito colgante y sus construcciones sobre el agua; sin olvidar excelentes opciones para las familias como Pantano do Sul; o las más agrestes como Lagoinha do Leste y Naufragados.
Un imperdible es el paseo en barco a la isla de Campeche, con uno de los paisajes más bellos de la región. Más allá de la playa elegida para hospedarse, Florianópolis es ideal para recorrer y conocer sus diversos atractivos: desde fuertes hasta su centro, con el impactante puente Hercílio Luz, la Catedral Metropolitana (1753), la plaza XV de Noviembre y su tradicional higuera centenaria y el pintoresco mercado donde se venden artesanías y productos de todo el estado. También merece una visita la zona de Ribeirão da Ilha, una de las primeras habitadas en la isla, donde aún hoy destacan las casas antiguas y el cultivo marino de ostras, por lo cual es también un excelente lugar para comer frutos de mar. Imperdible también es la Lagoa da Conceição, con sus numerosos restaurantes típicos, donde es tradición ir a probar la famosa “sequência de camarão”, con camarones preparados de todas las maneras imaginables. Allí está también la Avenida das Rendeiras, donde se puede apreciar cómo elaboran esa centenaria artesanía.
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