Río de Janeiro es un clásico y como tal, año tras año, reafirma su condición de opción ideal para disfrutar de vacaciones soñadas. En épocas donde los destinos all-inclusive y los paraísos exóticos ganan cada vez más adeptos, la capital carioca sigue demostrando por qué es un símbolo para turistas que anhelan descanso y emociones en una metrópoli a prueba de aburrimiento. Y dentro de esa incuestionable meca de la diversión, el Sheraton Río Hotel & Resort se ha transformado en un ícono de la ciudad. El acceso directo a la playa, sus comodidades, su alto nivel de servicio y su exquisita gastronomía son algunas de las características que lo han posicionado como una de las alternativas de alojamiento más requeridas. Recientemente, anticipándose al Mundial de Fútbol 2014, la propiedad recibió la remodelación más importante de su historia. Nuevos restaurantes y bares, el primer Shine Spa en América Latina, modernas habitaciones y recepción rediseñada son el resultado de esta primera etapa de mejoras que representó una inversión de US$ 50 millones.
Un clásico completamente remodelado
INMEJORABLE UBICACION.
Al estar en la primera línea de playa, el Sheraton concede la posibilidad a sus huéspedes de pisar la arena casi sin tener que abandonar el hotel, utilizando una exclusiva escalera. Un amable guardavidas se ocupa de supervisar el ingreso, evitando que alguien no alojado pueda hacerlo. Además, se brinda un servicio de reposeras para tomar sol mientras el océano Atlántico susurra suavemente. Si bien no es posible llegar caminando por la orilla, también se puede acceder a la playa de Leblon luego de caminar unos 15 minutos. Si se desea salir a trotar, seguramente sorprenderá lo rápido que se llega al encanto de Ipanema, un emblema de la ciudad.
El hotel tiene 538 habitaciones y suites renovadas recientemente con vista al mar, ya sea en forma directa o lateral. Todas cuentan con un balcón vidriado que resulta inmejorable para perderse en la infinidad del Atlántico. En los pisos superiores, se encuentran los cuartos Sheraton Club, que gozan de algunos beneficios extras como un desayuno personalizado en el piso 26 o el acceso al Club Lounge, donde es posible saborear refrigerios y bocadillos de cortesía. Durante la tarde, quienes se encuentren alojados en esta categoría pueden degustar tragos y espumantes. Predilecciones al margen, las caipiriñas que allí se preparan son impecables e invitan al disfrute infinito mientras el sol se oculta suavemente.
A nivel infraestructura y diversión, el Sheraton Río Hotel & Resort tiene mucho para ofrecer. Para días cálidos las tres piscinas exteriores son el refugio esperado. Y si el clima no acompaña, la agradable temperatura del agua también las vuelve una opción inmejorable para disfrutar la tarde. Además, lindantes a las mismas, se encuentran dos jacuzzis tibios con potentes jets concebidos para dejar atrás el estrés. Quienes pretendan realizar algo de actividad física encontrarán en el piso 4 un completo gimnasio con máquinas de última generación donde podrán vivir el revolucionario programa de bienestar físico y salud Sheraton Fitness by Core Performance. Los amantes del tenis cuentan con dos canchas.
En las zonas públicas es factible mantener el contacto con los seres queridos a través de Internet gratuita de alta velocidad. Cabe destacar que el resort cuenta con Business Center, estacionamiento, joyería y un imponente centro de convenciones totalmente renovado con 14 salones de uso múltiple con capacidad para 3 mil personas. Para los más pequeños, el reconocido club Sheratoons con personal altamente capacitado garantiza su entretenimiento.
PARA DEJARSE MIMAR.
Una apuesta fuerte de la inversión realizada con antelación al Mundial tuvo que ver con el desarrollo del primer Sheraton Shine Spa de América Latina. Allí, quienes busquen mimar sus cuerpos vivirán una experiencia inolvidable donde cada detalle estará cuidado. Es aconsejable llegar unos minutos antes para informar aquellas preferencias respecto al tratamiento seleccionado. En el caso de un masaje se completará un gráfico indicando que zonas de la espalda, piernas o brazos necesitan una mayor atención. Posteriormente se degustará un té y simplemente restará prepararse para la relajación absoluta. Minutos después, una masajista acompañará al huésped a un gabinete con una imponente vista al mar. Así, y luego de lavar los pies con agua perfumada por pétalos de flores, comenzará un masaje inolvidable. Las opciones son variadas, pero el relajante suele ser uno de los más pedidos. Y hablar de detalles significa, por ejemplo, toallas tibias que cubren el cuerpo cuando queda descubierto, música en su volumen justo y aceites que regalan aromas exquisitos.
Finalizada la experiencia, se sugiere hacer uso del baño de vapor o del sauna para regresar a la habitación con la convicción de que no sólo la alegría es brasileña, también lo es la relajación.
Sin duda alguna, una de las más fuertes apuestas de esta etapa de mejoras, ha sido la idea de desplegar un abanico de opciones gastronómicas pensadas para satisfacer todo tipo de exigencias. Casa da Cachaça y Pizza Place son las alternativas ideales para almorzar o cenar en la zona de las piscinas, en un ambiente informal y relajado. Casarão Restaurant, en ese mismo sector, seduce con un interesante buffet de ensaladas, entradas y postres, sin dejar de lado una variada oferta de platos calientes y carnes a la parrilla.
Para momentos más sofisticados, el restaurante Bene se destaca por sus cenas de inconfundible estilo italiano. Y, finalmente, quienes pretendan la excelencia gastronómica encontrarán en L´Etoile su paraíso. Ubicado en el piso 26, este restaurante de estilo francés ofrece una vista inolvidable de la playa de Ipanema. Su propuesta gastronómica fue desarrollada por Jean Paul Boundoux, uno de los chefs más reconocidos de Argentina. La carta se renueva estacionalmente, al margen de ocasionales menúes degustación de varios pasos que en muchos casos lleva a cabo él mismo, dirigiendo la cocina y los fuegos en forma presencial.
El reciente Dry Martini Bar by Javier de las Muelas debería ser el punto de partida de cualquier velada inolvidable, o bien, el espacio que oficie como epílogo de la misma. Así, entre tragos clásicos y opciones más modernas (algunos incluyen ingredientes sorprendentes en la coctelería como el wasabi) podremos comprender por qué Río de Janeiro jamás pasará de moda. Simplemente porque es un clásico, y los clásicos no se juzgan… ¡se disfrutan!
Ubicación: Av. Niemeyer 121, Leblon, Río de Janeiro.
Habitaciones: 538, incluyendo 77 Suites.
Restaurantes: Casa da Cachaça, Casarão Restaurant, Bene, L´Etoile y Pizza Place.
Facilidades: tres piscinas, dos canchas de tenis, Shine Spa, Business Center, Sheraton Club Floor y servicio de playa.
Eventos: centro de convenciones con capacidad para 3 mil personas.
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