Chillán, cuyo nombre significa “sentada al sol” o “silla del sol” en mapudungún, es hoy una de las ciudades más modernas de Chile, y recorrerla puede tornarse un verdadero placer.
Fundada en 1580 por el gobernador don Martín Ruiz de Gamboa, la ciudad fue destruida y reconstruida en diversas oportunidades hasta que, luego del terremoto de 1835, se decidió volver a levantarla donde se halla actualmente. Hoy, incluso después del fatídico terremoto de 1960, Chillán se halla hermosa a los ojos de quien la mire.
Sus modernas construcciones, su plaza principal, el estilo arquitectónico de su principal iglesia junto a sus mercados y peatonales la han hecho centro y punto privilegiado de la Región de Ñuble.
Hoy cuenta con una población cercana a los 160 mil habitantes, los cuales, además de dedicarse a actividades de servicio, se han visto favorecidos por las actividades agropecuarias que rodean a la ciudad.
CATEDRAL DE CHILLÁN.
Es por lejos la postal más representativa y popular de la capital ñublensina. Y es que no existe nadie que no haya visitado la Catedral de Chillán en su paso por la ciudad, recorriendo sus rincones y encantándose con su bella arquitectura, única por lo demás.
La Catedral de Chillán es uno de los principales símbolos de la ciudad que, junto a la Cruz Monumental, rinden un homenaje a las víctimas del terremoto que la afectó en enero de 1939.
Su construcción se realizó entre octubre del mismo año, y fue diseñada por el arquitecto Hernán Larraín Errázuriz con un estilo moderno que la convierte en la primera iglesia de este tipo en Chile.
MERCADO MUNICIPAL DE CHILLÁN.
El Mercado de Chillán es una de las más atractivas postales turísticas de la ciudad, recibiendo periódicamente cientos de visitantes que se animan a recorrer sus patios y pasillos en busca de distintos sabores y aromas.
Las típicas longanizas y charqui de vacuno y caballo se encuentran en este mercado que, además, ofrece a los visitantes una extensa carta de platos criollos en cada uno de sus puestos, donde los más apetecidos son el puré con longanizas, la cazuela de pava y los sabrosos porotos con chunchules.
Basta darse una vuelta por las cocinerías del mercado cubierto para sentirse atraído por sabrosas y tentadoras ofertas.
Fue en 1858 cuando el entonces alcalde José Marcelino Dañin decide su traslado desde las inmediaciones de la plaza de la ciudad hasta su actual ubicación. Lo que hasta entonces era una feria sabatina, pasó a convertirse en un perpetuo custodio de las tradiciones chilenas para deleite de quienes recorren sus callejones y patios.
La feria artesanal, que ocupa una inmensa manzana de la ciudad, reúne en su interior una verdadera muestra de las distintas manifestaciones culturales no solo de esta región, sino también del resto de Chile y de toda América Latina.
Mimbre, cuero, piedra, goma, cestería, tallados en madera, lanas del altiplano, metales y bronces y todo lo que al visitante se le pueda llegar a ocurrir son parte de los artículos que ofrecen estos puestos, unos al lado de los otros.
MUSEO CLAUDIO ARRAU.
Este museo interactivo fue creado para preservar el legado del insigne pianista clásico nacido en Chillán. Se trata de un edificio ubicado en el sector céntrico de la ciudad, que considera la reconstrucción de parte de la casa natal del maestro, donde se exhiben sus objetos más apreciados, como vestuario, partituras, libros, un piano mudo y colecciones diversas.
En una sala interactiva es posible conocer la vida de Claudio Arrau, a través del uso de modernos equipos computacionales. La entrada a este museo es gratuita.
MURALES DE SIQUEIROS.
Con motivo del terremoto de Chillán, ocurrido el 24 de enero de 1939, el pueblo mexicano y el Gobierno del Presidente Lázaro Cárdenas, obsequiaron el edificio de la Escuela República de México, ubicado frente a la Plaza los Héroes de Iquique.
A mediados del año 1940, llegaron a Chile los pintores mexicanos David Alfaro Siqueiros y Xavier Guerrero. Siqueiros fue expulsado de su país natal por liderar un atentado contra León Trotsky. En su llegada a Chile, ambos artistas dejaron plasmadas una de sus obras dentro del establecimiento.
Xavier Guerrero decoró el hall de entrada del establecimiento plasmando allí los frescos “de México a Chile” y en la Biblioteca Pedro Aguirre Cerda se encuentra el mural “Muerte al Invasor” de David Alfaro Siqueiros.
Desde 2004, los murales son considerados Monumento Nacional de Chile, en la categoría de Monumento Histórico.
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